¿Quién no conoce la variedad de excusas por las que “no puedo” / “no por el momento” / “no debería” y sobre todo “no tengo tiempo para” hacer ejercicio? Todos sabemos lo importante que puede ser el ejercicio para nuestro peso y salud en general. Así que en honor a los que aún esperan una oportunidad para moverse, te presentamos las excusas más utilizadas y prominentes para evitar el ejercicio – y cómo superarlas.
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Excusa #1
“Estoy tan fuera de forma, que ni siquiera sé por dónde empezar.”
Solución: Un viejo proverbio chino (acreditado a Confucio) indica: “Incluso un viaje de cien millas comienza con un solo paso.” Pareciera que la intención original no era el ejercicio en particular, pero le va muy bien a nuestro asunto. Comienza a caminar distancias cortas, una o dos veces por semana, y gradualmente ve aumentando con paciencia la distancia y ritmo.Si sientes que necesitas orientación profesional para que te construya un plan de entrenamiento organizado, intenta reservar un entrenador personal para una o dos sesiones.
Excusa #2
No me gustan los gimnasios.
Solución: Si el gimnasio está demasiado lleno para tu gusto, o tal vez la música no es de tu agrado, hay un montón de opciones eficientes para hacer ejercicio fuera del gimnasio. Puede ser una clase tranquila en un centro comunitario o en un estudio cerca de casa, o puedes ejercitarte independientemente en casa y / o en un parque.Excusa #3
“Estoy muy cansado – apenas puedo levantarme del sofá.”
Solución: Eso es todo. Cuando tu nivel de condición física es bajo, tienes poca fuerza, lo que se traduce en una sensación de poca energía. La actividad física es una píldora natural de energía. La cual, una vez que empiezas a utilizarla, aumenta la motivación y diligencia, así como los ánimos – y te sacará del sofá.El truco está en empezar lentamente, e incrementar gradualmente la intensidad, tiempo y frecuencia. A medida te sientas la creciente recompensa de estar físicamente más fuerte, tu deseo de hacer ejercicio también se fortalecerá.
Excusa #4
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“Odio hacer ejercicio”
Solución: Es posible que aún no hayas encontrado la combinación perfecta de ejercicios para ti. Las actividades agotadoras como el spinning y levantar pesas, no son para todos. ¿Qué hay de malo con la natación, el aquaerobics, el baile, el yoga y muchas otras alternativas? Seguro una de esas es para ti.Excusa #5:
“Es muy difícil.”
Solución: Aquí, el éxito tiene mucho que ver con el proceso de convertir el ejercicio en un hábito, lo más difícil es principalmente el inicio. La experiencia muestra que se pueden ver los resultados después de sólo un mes de entrenamiento, sobre todo contando con un mejor sentido de la energía y un mejor estado de ánimo en general. Aquellos que persisten logran convertir la actividad física en un hábito en tan sólo unos cuantos meses. Después, simplemente no querrás detenerte.Excusa #6:
“Nunca me he ejercitado, y ahora es demasiado tarde para empezar.”
Solución: Nunca es demasiado tarde para comenzar, a menos que tengas restricciones médicas de realizar cualquier actividad física. Tú puedes y debes hacer ejercicio a cualquier edad, y hay opciones para mantenerte activo incluso con limitaciones por ciertas condiciones, incluido el dolor. En casos especiales, se recomienda consultar con el especialista en acondicionamiento físico(además de consultar con tu médico), por lo menos una vez, para asegurar el beneficia sin lesiones.Excusa #7:
“No tengo tiempo.”
Solución: Los expertos recomiendan sesiones de ejercicio de por lo menos 30 minutos, preferiblemente todos los días. Sin embargo, no es obligatorio hacerlo todo a la vez. Puedes dividir el ejercicio en segmentos de 10 minutos cada uno, si eso es lo que hará que estés en movimiento. Esto incluso tiene un efecto positivo probado en la aptitud y la salud en general.Aprovecha los momentos que te puedes robar: dar un corto paseo durante tu receso de la tarde, utiliza las escaleras en lugar del ascensor, camine por la caminadora, monta la bicicleta estacionaria, o simplemente camina o corre en tu lugar mientras miras la televisión. No olvides añadir algunos ejercicios de fuerza (abdominales, flexiones, etc.) y dos o tres ejercicios de estiramiento. Todo se sumará a los 30 minutos de entrenamiento diario recomendado, y el entrenamiento cruzado aumentará los beneficios.
Superando las excusas:
¿Cómo empezar?
Comienza a ejercitarte una o dos veces por semana durante un período corto de tiempo, y aumenta el tiempo así como su intensidad y frecuencia, gradualmente y con paciencia. El objetivo: Lograr ejercitarse durante al menos 30 minutos al día, al menos seis días a la semana.¿Cómo persistir?
Comienza a sentir, o incluso a ver, los beneficios, y no querrás detenerte. La experiencia demuestra que los resultados iniciales comienzan a mostrarse después del primer mes de entrenamiento, especialmente por mejores cantidades de energía, sin mencionar la resistencia durante el ejercicio en sí mismo, y en el estado de ánimo general.Mientras que el ejercicio puede mejorar drásticamente la pérdida de peso y ayudarte a sentirte mejor, no puedes sudar una dieta mala. Todo empieza con los alimentos que comes.
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